Los efectos de la violencia pueden ser devastadores para la salud reproductiva de la mujer y para otros aspectos de su bienestar físico y mental. Además de causar lesiones, la violencia lleva a que aumente el riesgo a largo plazo de la mujer a desarrollar otros problemas de salud, como dolores crónicos, discapacidad física, uso indebido de drogas y alcohol y depresión. Las mujeres con una historia de maltrato físico o abuso sexual también enfrentan un riesgo mayor de embarazos involuntarios, infecciones de transmisión sexual y resultados adversos del embarazo. Pero las víctimas de la violencia que acuden a los profesionales de salud en busca de asistencia suelen tener necesidades que éstos no reconocen, no investigan y no saben cómo abordar.
¿Qué se entiende por violencia basada en el género?
Dos de las formas más comunes de violencia contra la mujer son el abuso por parte de sus compañeros íntimos y la actividad sexual forzada, sea que tengan lugar en la niñez, en la adolescencia o en la vida adulta. El abuso por parte del compañero íntimo, también conocido como violencia doméstica, maltrato de la esposa o agresión, casi siempre está acompañado de abuso psicológico y, en una cuarta parte a la mitad de los casos, de relaciones sexuales forzadas. En su mayoría, las mujeres maltratadas por sus compañeros sufren agresiones en numerosas ocasiones. En realidad, las relaciones abusivas se desarrollan comúnmente en una atmósfera de terror.
Cómo pueden ayudar los dispensadores de atención de salud
En primer lugar, los dispensadores de atención de salud pueden aprender a preguntar a las mujeres acerca de la violencia de manera solícita. Pueden ofrecerles su simpatía y apoyo. Pueden ofrecerles tratamiento médico, asesorarlas, documentar las lesiones y enviarlas a servicios de asistencia jurídica y social.
El personal de servicios de planificación familiar y de salud reproductiva tiene obligación especial de ayudar porque:
- El abuso tiene un serio impacto, aunque poco reconocido, en la salud reproductiva y el bienestar sexual de la mujer;
- Los dispensadores de atención de salud no pueden cumplir bien sus funciones a menos que comprendan de qué manera la violencia y la condición subordinada de la mujer afectan la salud reproductiva y la capacidad de ésta para tomar decisiones;
- Los dispensadores de atención de salud reproductiva están en situación estratégica para ayudar a reconocer a las víctimas de la violencia y a conectarlas con otros servicios de asistencia a la comunidad.
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